Elecciones en Guatemala dan un giro histórico



Internacional I Guatemala

 Un candidato presidencial en campaña contra la corrupción y la impunidad en Guatemala sorprendió a las élites políticas el domingo al conseguir votos suficientes para avanzar a la segunda vuelta. El resultado allana el camino para un enfrentamiento con las arraigadas con la fuerza política que ha mantenido el poder durante décadas.

Bernardo Arévalo, un legislador, obtuvo el 12 por ciento de los votos el domingo y se enfrentará a la ex primera dama Sandra Torres en la segunda vuelta del 20 de agosto.

Bernardo Arévalo, un legislador y catedrático con títulos en filosofía y antropología, obtuvo el 12 por ciento de los votos al escrutarse el 98 por ciento de los sufragios de la primera vuelta del domingo, según informaron las autoridades electorales el lunes. Sandra Torres, quien fuera primera dama y es considerada abanderada del conservadurismo, lideraba con casi el 16 por ciento de los votos.

A pesar de atraer a una porción relativamente pequeña de los votos, Torres y Arévalo estuvieron en los primeros dos puestos y se enfrentarán en una segunda vuelta el 20 de agosto, ya que la mayoría de los guatemaltecos no votó, dejó su papeleta en blanco o la vició.

Alrededor del 40 por ciento de los votantes no participó en las elecciones del domingo, mientras que el 24 por ciento de las papeletas quedaron en blanco o fueron viciadas, lo que significa que casi dos terceras partes del electorado eligió no votar por ninguno de los candidatos.

El pueblo guatemalteco apoyó a Arévalo, aunado a una profunda ausencia de participación electoral, es muestra del alto nivel de decepción en el sistema político guatemalteco, comentaron los analistas electorales. El gobierno ha sido cuestionado por sus tácticas cada vez más autoritarias, que han estado dirigidas en contra de los medios de comunicación y han obligado a exiliarse a decenas de jueces y fiscales especializados en corrupción

“Estamos viendo cómo la población expresa cansancio con un sistema, con una forma de política y de gobierno”, dijo Edie Cux, director de Citizen Action, un grupo sin fines de lucro que formó parte de una alianza de supervisión del proceso electoral. “La población está exigiendo reformas.

Fuente: The New York Times



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