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Hannah Waddingham, conocida por su papel en "Juego de Tronos" como Septa Unella, ha revelado en una entrevista reciente para The Late Show With Stephen Colbert el impacto duradero que una escena de tortura en la serie tuvo en su salud mental.
Durante la sexta temporada, su personaje es sometido a una tortura brutal por parte de Cersei Lannister, interpretada por Lena Headey. En la escena en cuestión, Waddingham describe cómo su personaje es ahogado simuladamente con vino durante un período de diez horas. Aunque se mantuvo profesional durante la filmación, la experiencia tuvo un costo significativo para ella.
"Juego de Tronos me dio algo que no esperaba: claustrofobia crónica", reveló Waddingham en la entrevista. "Fue horrible. Pasé 10 horas siendo ahogada", agregó.
La actriz describió cómo estaba atada a una mesa con correas de cuero, dejándola sin movilidad. "No podía levantar la cabeza porque se notaría demasiado que estaba floja. Tenía jugo de uva por todo el pelo y se me puso morado. No podía hablar porque La Montaña me tapaba la boca con la mano mientras yo gritaba, y tenía marcas de correas por todo el cuerpo como si me hubieran atacado", detalló.
Después de la filmación, Waddingham se encontró con su compañero de elenco Eugene Simon (Lancel Lannister) y se dio cuenta de que ambos estaban afectados por la intensidad de la escena. "Se lo conté todo y me dijo: 'Tienes suerte. Llevo cuatro días arrastrándome por la mierda hasta los codos'", compartió la actriz en el programa de entrevistas.
La experiencia de Waddingham destaca los desafíos físicos y emocionales a los que se enfrentan los actores en producciones tan intensas como "Juego de Tronos", y subraya la importancia de garantizar la seguridad y el bienestar del elenco durante la filmación de escenas difíciles.