Internacional I Conflictos
Un tenso conflicto diplomático ha estallado entre Ecuador y México tras una serie de eventos que involucran al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, condenado por corrupción, y la oferta de asilo político por parte del gobierno mexicano.
El viernes pasado, la policía ecuatoriana ingresó a la embajada mexicana en Quito y detuvo a Glas, quien se había refugiado allí desde diciembre. Esta acción desató una cadena de eventos que han tensado las relaciones entre ambos países.
El trasfondo del conflicto se remonta a las acusaciones de corrupción contra Glas, quien fue vicepresidente de Rafael Correa desde 2013 hasta 2017 y luego continuó en el cargo bajo la presidencia de Lenín Moreno. En diciembre de 2017, Glas fue condenado a 8 años de cárcel por recibir sobornos de la empresa Odebrecht. Aunque en diciembre de 2022 obtuvo libertad condicional después de cumplir más de la mitad de su condena, fue nuevamente citado en diciembre de 2023 por otro caso de corrupción relacionado con el manejo de fondos después del terremoto de Ecuador en 2016.
Ante estas nuevas acusaciones, Glas se refugió en la embajada mexicana, inicialmente bajo el estatus de "huésped" y luego solicitó formalmente asilo político, alegando persecución política y temor por su seguridad en prisión.
La situación tomó un giro aún más tenso cuando México ofreció asilo político a Glas, desafiando las solicitudes del gobierno ecuatoriano de no permitir su salida del país. Ecuador se negó a dar permiso para que Glas fuera llevado a México como refugiado, y el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, emitió declaraciones que implicaban en un supuesto intento de involucrar a la embajadora mexicana en Ecuador en el asesinato de un candidato ecuatoriano.
Como respuesta, Ecuador declaró persona 'non grata' a la embajadora mexicana y le dio 72 horas para abandonar el país. México, por su parte, anunció que otorgaría asilo político a Glas, lo que intensificó aún más las tensiones entre ambos países.
La situación alcanzó su punto álgido cuando la noche del viernes la policía ecuatoriana ingresó por la fuerza a la embajada mexicana en Quito, detuvo a Glas y lo trasladó a una cárcel de máxima seguridad. Esta acción provocó la ruptura de relaciones diplomáticas por parte de México y la decisión de llevar el caso ante la Corte Internacional de Justicia, denunciando la violación del derecho internacional por parte de Ecuador.
El conflicto ha generado un intenso debate sobre la interpretación y aplicación de las convenciones internacionales relacionadas con el asilo político y la inviolabilidad de las misiones diplomáticas. Mientras Ecuador argumenta que México violó normativas al ofrecer asilo a una persona condenada por la justicia, México sostiene que Ecuador infringió las leyes al ingresar a la embajada mexicana sin consentimiento.
En medio de esta crisis diplomática, varios países han expresado su preocupación y han llamado a respetar los principios fundamentales del derecho internacional. La comunidad internacional, en su mayoría, se ha posicionado del lado de México, condenando la acción ecuatoriana como una violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.
República Dominicana, en una declaración conjunta con Costa Rica y Panamá, miembros de la Alianza para el Desarrollo en Democracia (ADD), expresó su preocupación por la situación, instando a que las normas internacionales que regulan el asilo no se utilicen como justificación para violar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas.