Fuerza del Pueblo reabre viejas heridas con su nueva cúpula política


Política

En su intento por fortalecer su estructura, la Fuerza del Pueblo (FP) parece haber despertado más sombras que luces. La reciente incorporación de exmilitares y exfuncionarios señalados por controversias ha generado fuertes cuestionamientos sobre la dirección que toma el partido liderado por Leonel Fernández.

El ingreso de Pedro de Jesús Candelier y José Miguel Soto Jiménez encendió las alarmas. El primero, recordado por su gestión de “mano dura” en la Policía Nacional, y el segundo, involucrado como testigo en el caso de los Súper Tucano, simbolizan para muchos un retorno a las prácticas que la FP prometió dejar atrás.

La lista continúa con Enrique Martínez, Manuel Güichardo y José Rafael Vargas, todos con historiales que dividen opiniones. Aunque Vargas mantiene un perfil más institucional, las viejas denuncias que rodean a algunos de sus compañeros han desatado críticas en las redes y preocupación en las bases del partido.

Fuentes internas admiten que la decisión ha creado fisuras. Militantes jóvenes y líderes civiles hablan de “retroceso” y de un mensaje contradictorio con la promesa de renovación.

“Lo que debía fortalecer al partido podría terminar debilitándolo”, opinó un estratega político consultado. En un escenario electoral que exige credibilidad y coherencia, la Fuerza del Pueblo parece debatirse entre el pasado que quiere dejar atrás y el presente que intenta construir.

Fuente: Diari Libre

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