Polonia derribó 19 drones que violaron su espacio aéreo durante un ataque masivo ruso contra Ucrania, en lo que el gobierno de Varsovia calificó como un "acto de agresión". Algunos drones ingresaron desde Bielorrusia, aliada de Moscú. El primer ministro Donald Tusk activó el Artículo 4 de la OTAN para consultas urgentes, describiendo el incidente como la situación "más cercana a un conflicto abierto en Europa desde la II Guerra Mundial".
Se trata de la primera vez que un miembro de la OTAN emplea fuerza letal dentro de su territorio vinculada directamente a la guerra en Ucrania. Los drones fueron derribados por la Fuerza Aérea polaca con apoyo de cazas F-16, F-35 neerlandeses y aeronaves de alerta temprana.
Reacciones internacionales
Líderes europeos como Emmanuel Macron y Keir Starmer condenaron el hecho como “inaceptable” y respaldaron a Polonia. La Unión Europea pidió reforzar sanciones y medidas de defensa, mientras Estados Unidos coordinó con Varsovia y la OTAN el aumento de la alerta en el este del país.
Bielorrusia y maniobras Zapad-2025
El incidente coincide con el inicio del ejercicio militar Zapad-2025, maniobras ruso-bielorrusas cerca de la frontera polaca que incluyen simulaciones con armamento avanzado y escenarios nucleares. Por ello, Polonia anunció el cierre temporal de la frontera con Bielorrusia y reforzó sus posiciones defensivas.
Bielorrusia alberga armas nucleares tácticas rusas y Moscú planea desplegar misiles hipersónicos en 2025 bajo control ruso, lo que aumenta la tensión en la región y el riesgo de incidentes que puedan escalar a un conflicto directo entre la OTAN y Rusia.
Contexto y riesgos
Desde 2022, Polonia ha registrado incursiones de misiles y drones vinculados al conflicto en Ucrania, reforzando sus defensas y colaboración con la OTAN. Aunque la activación del Artículo 4 no implica defensa colectiva automática, permite ajustar la postura defensiva y disuadir nuevos incidentes.
El riesgo real de un enfrentamiento directo existe, pero se mantiene contenido mientras Polonia actúe con cautela, se eviten daños civiles y Rusia niegue intenciones de atacar a la OTAN. La situación se mantiene bajo estricta vigilancia ante posibles escaladas durante Zapad-2025.