Nacional I Política
El presidente Luis Abinader se encuentra en una posición sólida para asegurar un segundo mandato consecutivo en las elecciones de mayo. Esta afirmación no solo se fundamenta en la contundente victoria electoral municipal del Partido Revolucionario Moderno (PRM), sino también en el amplio respaldo que ha logrado en diversos sectores del país, mientras que la oposición parece desorientada.A nivel económico, Abinader ha enfrentado desafíos adversos, pero su gestión ha sido bien recibida hasta el momento, reflejándose en una imagen electoralmente sólida según diversos estudios de mercadeo.
Al asumir la presidencia, Abinader, de tendencia liberal, se ha rodeado de sectores conservadores tradicionalmente vinculados a partidos de centro-derecha, como el Partido Reformista Social Cristiano y la Fuerza Nacional Progresista, actualmente aliados al PRM.
El respaldo del gobierno ha sido amplio, con sectores clave como las iglesias, el poderoso sector empresarial y financiero, Estados Unidos y la sociedad civil, especialmente Participación Ciudadana, respaldando sus medidas y políticas.
Figuras prominentes, como el obispo de Higüey, monseñor Jesús Castro Marte, han elogiado el desempeño del Gobierno bajo el mandato de Abinader.
El sector empresarial también ha demostrado su apoyo al gobierno, destacando su papel en la gestión nacional en diversas ocasiones.
A nivel migratorio, las medidas adoptadas respecto a los indocumentados haitianos, aunque controversiales, han generado un efecto positivo en la percepción pública del presidente, y han destacado la exposición internacional del país, incluyendo el cierre temporal de la frontera.
Mientras tanto, la oposición, a pesar de contar con una alianza llamada Rescate RD, formada por partidos como la Liberación Dominicana, Fuerza del Pueblo y Revolucionario Dominicano, parece carecer de una estrategia unificada.
Abinader ha recibido elogios internacionales, incluyendo una carta del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que destaca su liderazgo regional y su compromiso con la crisis en Haití, fortaleciendo la relación bilateral entre ambos países.
Aunque los precios de los productos básicos han aumentado, el gobierno de Abinader ha logrado mantener la estabilidad social, evitando disturbios significativos hasta la fecha.