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La República Dominicana reingresó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, abordando la situación en Haití y demandando medidas más contundentes. El canciller Roberto Álvarez pidió mayores sanciones para los financiadores de la violencia y un estricto cumplimiento del embargo de armas. "No podemos exceder nuestras capacidades materiales ni comprometer nuestra estabilidad y seguridad", afirmó.
Álvarez destacó la colaboración de RD en las evacuaciones realizadas por la ONU y otras organizaciones en medio del caos en Haití. Calificó como "inconcebible" que solo cuatro pandilleros haitianos hayan sido sancionados, sin identificar a los verdaderos financiadores.
El canciller advirtió que la falta de cumplimiento de las sanciones podría obstaculizar el proceso político en Haití, tras la formación del Consejo Presidencial de Transición. Expresó interés en la pronta designación de un primer ministro interino y un gabinete de gobierno.
Álvarez instó a aplicar con mayor rigor el embargo de armas, señalando que RD no es fabricante ni importador de armamento. Exhortó a los países exportadores a detener el tráfico ilegal hacia Haití.
En cuanto a las deportaciones de haitianos, Álvarez afirmó que no cesarán y descartó la apertura de campos de refugiados, citando la imposibilidad de sostener la entrada descontrolada de migrantes. Recordó que RD es un imán para los haitianos debido a su economía y reiteró que la situación es insostenible.